Oswaldo Karam un visionario detrás de la excelencia en el servicio médico

En uno de los consultorios del Centro de Cirugía Mínimamente Invasiva, del Instituto Médico La Floresta, se puede encontrar, desde bien temprano al Dr. Oswaldo Karam, atendiendo a sus pacientes. Él, a sus 87 años, continúa ejerciendo la Urología, rama en la que se especializó por varios años en los Estados Unidos.

“Ya no tengo la misma carga de trabajo que tenía antes, desde que cumplí los 80 decidí bajar el ritmo, pero uno no se retira”, señala. Completando entre risas que, “son los pacientes quienes te retiran”.

Sigue operando, aunque cirugías pequeñas. “Tengo una visión muy buena, no me he puesto nunca un par de anteojos, tengo el pulso firme y la cabeza muy clara, pero la cirugía la aparté a un lado porque no se como reaccionaría ante una emergencia y no quiero averiguar eso con la vida de una persona. Hoy en día, hago urología clínica. Disfruto mucho las consultas así como conversar con mis pacientes”.

DrKaram01Oswaldo Karam es un visionario quien junto a nueve colegas decidió fundar el Instituto Médico La Floresta, bajo el enfoque del excelente equipamiento, asistencia y criterio científico, con reconocimiento nacional e internacional. Un grupo que compartía una misma inquietud: el trabajo centrado en el servicio y atención especializada.

“La idea comenzó en los años 60. Llegué de los Estados Unidos, donde estuve por un período de 17 años y, al observar la evolución del país, que para ese entonces era notablemente buena, nació la idea”, especialmente al analizar la manera como se ejercía la medicina privada en aquel entonces. “No es que era mala, habían médicos muy buenos, pero los consultorios eran aislados, no tenían laboratorios automatizados, no había central de Rayos X, ni cuidados intensivos en ninguna clínica privada. La idea era crear un instituto junto con otros nueve médicos amigos míos”, “recuerdo que comenzamos el tema de la clínica el día después del terremoto de Caracas” en 1967.

Así, junto a los nueve galenos: Carlos Vicente Sucre Vegas, Antonio Clemente, Carlos Sarría, Luís Anderson, Raúl Vera Vera, José Antonio Morreo, Eloy Montenegro Antonio Sucre y José Antonio Estéves; quienes también se habían formado fuera del país, empezaron a desarrollar la idea, y no fue, sino después de casi seis años que se inauguró formalmente la clínica. “Tuvimos muchos inconvenientes, pero ya en 1972 veníamos laborando algunos médicos, brindábamos el servicio de radioterapia, trabajábamos entre escombros, hasta que finalmente logramos estabilizarnos y abrimos completamente el 13 de marzo de 1973. Esta fue la historia de todo este proceso”.

“Ha sido una experiencia y una evolución muy buena – resalta -. Desde un principio se estableció la Sociedad Médica y yo fui el Director Médico. De los fundadores quedamos dos o tres vivos, pero actualmente ya contamos con, por lo menos, cuatro o cinco generaciones de relevo, y es esa sangre nueva, la renovación, la buena disposición, lo que ha mantenido esta clínica”.

En el transcurso de esta historia, también creó el Centro de Cirugía Mínimamente Invasiva (CIMI), con la colaboración del Dr. René Sotelo. “Somos un grupo de urólogos ofreciendo un servicio, aquí el paciente puede ser atendido por cualquiera de nosotros, nuestras computadoras están en red, así que podemos compartir las historias de nuestros pacientes y seguir su evolución. De esta manera, si alguno de nosotros falta, otro colega puede atender a la persona teniendo conocimiento de su caso. Además, todos los lunes realizamos la reunión del servicio, donde discutimos los casos quirúrgicos de la semana; hay pros y contras, pero siempre se llega a un buen final”.

“Es sangre nueva, la renovación, la buena disposición, lo que ha mantenido esta clínica”

El Centro CIMI recibe regularmente a galenos provenientes de otros países quienes vienen a entrenarse en cirugía robótica.

Karam, haciendo una retrospectiva de los objetivos del Instituto, dice que cree haber logrado esa concepción de servicio que unió a los miembros fundadores en esta iniciativa. “La idea es seguir avanzando y tratando de que siga siendo en función del servicio”, expresa.

Al hablar sobre el futuro, el padre de esta Institución, manifiesta que “tenemos una Sociedad Médica bastante trabajadora, bastante consciente de lo que debe hacer… Yo veo que tenemos una generación de relevo muy competente, y son ellos los que tienen el futuro, ya el mío pasó, de ellos depende la forma de actuar y de definir el panorama”.

Su preocupación actual, como empresario y galeno, está en cómo ampliar el espacio físico para la clínica, “nuestros médicos necesitan de una mayor área para evolucionar, mi problema es espacial, porque en cuanto a capital humano tengo un grupo de médicos de primera”.

Nota publicada en el boletín “Visión”
Año 2 # 2. Octubre 2.013
Publicación interna de la Sociedad Médica La Floresta
Diseño y diagramación: José Manuel Arregui

FlorestaOKaran

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