El Cevicheve Sinaloense: la alegría costeña en plena Colonia Narvarte

Ayer di una vuelta por mi esquina favorita de la Colonia Narvarte Poniente, – como les comenté en un post anterior – entre Luz Saviñón y Juan Sánchez Azcona. Necesitaba tomar un respiro después de unas cosas que estaba arreglando en casa, así que decidí ir a comer algo sabroso en el Cevicheve Sinaloense.

Extrañamente estaban las mesas libres, sólo se encontraban sentados Gustavo y Eulises, cada uno en su computadora “trabajando””. Claro, me doy cuenta que aún no era la una de la tarde y el movimiento empieza después de las dos. Así que pensé “mejor para mí”; como venía con hambre era más que seguro que lo que pidiera saldría casi de inmediato.

Así que mientras me atendían y preparaban el Aguachile por el que me incliné, me puse a conversar con los muchachos sobre el local.

Piri y Eulises en plena faena
Piri y Eulises en plena faena

“No somos gente seria”

Gustavo Luque Álvares, a quien todos conocen por su apodo “Piri”, es oriundo de Guasave, Estado de Sinaloa – en plena costa norte con el Pacífico -. Decidió montar la cevichería, luego de salir de un trabajo en el que estaba. Cuando se va de esa pequeña empresa le preguntaron: “Y ahora ¿Qué vas a hacer?”; a lo que él respondió: “voy a ser marisquero, porque me gusta y lo sé hacer”. Así inició esta aventura.

“Desde pequeño me enseñaron a trabajar con el pescado y los mariscos. En mi casa todos cocinan. Además me gusta”, cuenta Piri.

Me indica que próximamente el negocio cumplirá un año. Exactamente el 14 de octubre de 2014 abrieron las puertas al público. Y ya está pensando qué organizar para celebrar el aniversario. “Lo que pasa es que aquí no viene gente seria. Como ves todos los que llegan son unos locos”, me dice con humor, y agrega “pero que puedo esperar, si nosotros tampoco somos gente seria”, y se echa a reír.

Creo que más que decir que la gente no es seria, se debe a que Gustavo, y el combo con el que trabaja y/o ayuda en el negocio, hace de ese espacio un lugar donde siempre el buen humor está presente. “¡Hay que ser alegres!”, es su máxima.

“A mí lo que me interesa es el contacto humano, la cercanía. ¡Qué carajos con el comunismo, el capitalismo, el socialismo y todas esas cosas…! A mí lo que me interesa es la gente, que sean felices”, expresó tajante, luego ahondar en temas de actualidad política – que pareciera que no se puede evitar -.

“Los lunes para mi son domingo”

Detrás de este espíritu alegre se encuentra una personalidad bastante trabajadora. Piri abre la cevichería de martes a domingo sin falta. En teoría de 11 de la mañana más o menos hasta las 7 de la noche, pero los fines de semana puede variar la hora de cierre, ya que si aún tiene gente pidiendo se queda un rato más – incluso horas más. Una vez fui un sábado y cerró pasada la media noche -.

El lunes que es su “día de descanso”, lo van a encontrar tempranito en la madrugada en el Mercado La Viga buscando los mejores pescados y mariscos. Luego de eso si se va a descansar. “¡Malditas neuronas cevicheras! ¡No me acordaba! Es que los lunes para mi son domingo”, exclama con una sonrisa luego de decir en algún momento de la conversación que aprovecha para echarse a dormir los domingos.

Y es que todo lo que conseguirán en Cevicheve Sinaloense son platos sabrosos pero sobretodo frescos. Una combinación de pescados y mariscos que Piri se asegura estén como para no dejar nada en el plato. Un día me acompañó mi colega y amigo José Luis Ávila quién salió de ahí diciendo: “son las mejores tostadas que hasta ahora he comido en todo el DF”.

Entre semana lo van a ver acompañado de Eulises, su gran amigo – “¡él es mi carnal!” deja claro Piri – quien lo ayuda en el servicio de los clientes, incluso, cuando es necesario también apoya en la preparación de los platos. Pero los fines de semana, como la rutina es más movida, se unen en el servicio del local su hermana y varios amigos más.

 

Siempre te conseguirás con alguna novedad

“El jueves pasado estuvimos aquí rapeando… Vinieron unos muchachos y entre una cosa y otra aquí se formó improvisadamente el show”, me cuenta Piri. Y no lo dudo, no se sabe qué esperar cada vez que se llega ahí. La dinámica del lugar da para que se arme un guateque en cualquier momento o para conocer a algún personaje.

Un ejemplo de ello fue ayer, fui sólo con la intensión de comer algo sabroso y pasar un rato de relax, no pensaba quedarme más de una hora, pero terminé saliendo de ahí tres horas después porque debía recibir en la casa la ropa que había dejado en la lavandería.

En ese rato conocí a un historiador y escritor llamado Lucio Ruiz Bernal, de origen indígena, y que apenas llegó a la cevichería dejó bien claro que “Yo si soy indio sinaloense”, frase que además pertenece a su próximo libro a publicar – e incluso la dejó escrita en una de las paredes del lugar -.

Lucio de una vez se mimetizó con la onda del sitio y por él empezaron a colocar música de Sinaloa. Antes Piri hizo un paseo musical entre U2, The Doors, por ahí escuché algo de The Roling Stones, y otros grupos que no llegué a identificar pero que me dice “siempre estoy buscando música que me gusta y la bajo a mi playlist”, y por lo visto le gusta el rock and roll.

En menos de 15 minutos, gracias a Lucio, conocí un poco más sobre palabras e historia de los sinaloenses. “Somos gente guerrera. Allá costó mucho, en comparación a otras zonas del país, para que nos conquistaran. Pasaron casi 70 años para que conquistaran a los indios Sinaloa”, expresó.

Igualmente, conocí a otras muchachas también originarias de donde nació Piri. Salían del trabajo, y al ver los escritos que hay en los muros de la cevichería – marcados en tiza por los mismos clientes del local – comentan que faltaban unas expresiones regionales, pero se ríen cuando leen una que reza “Fierro por la 300”. No aguanté la duda y les pregunto qué significaba aquello, y me señalan que “es una expresión de Sinaloa para decir que van de fiesta para la playa”. Trescientos es una de las vialidades más importantes que te llevan hasta la costa, y fierro el carro.

La verdad que el rato que estuve ahí cumplió su objetivo terapéutico, de relajarse con una comida deliciosa, unas cervezas bien frías, todo esto aderezado de unas buenas carcajadas.


Piri además es muy activo en su facebook promocionando su cevichería.  De manera regular, los jueves hace una invitación a todos sus seguidores para que pasen por el lugar.  Aquí les dejo sus dos últimos saludos “facebuquianos” correspondientes a los “jue-bebes” – cómo él los llama -, donde podrán apreciar el carisma de este personaje:

Nota: los videos los “rapté” del facebook de Piri

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